La fe es el motor que mueve nuestra barca. ¿Qué sería de nosotros si carecemos de ella?....
La fe es lo que nos da fortaleza para cumplir nuestros sueños y propósitos.
El agricultor cuando siembra pone toda su fe en que el día de mañana recogerá la cosecha. El estudiante piensa que tras largos años dedicados al estudio el día de mañana será abogado, médico etc.
Si vamos analizando el día a día de nuestra vida nos encontramos que a todos en más o menos escala nos mueve la fe.
Toda persona sin distinción de credo e ideología ansía un mundo mejor. Este mundo mejor, lo único que cambia de una persona en el camino que se toma para encontrarlo. Una gran mayoría optamos por el camino de la fe en Díos, consideramos a Dios como el motor del Universo. Con respecto a la fe en Dios voy a dar a conocer un pequeño cuento que acabo de leer.
El pequeño Roberto asistía a la primaria y la maestra les encargó una tarea: “investigan qué es la fe en Dios”.
Intrigado, de regreso a casa le preguntó a su tío “¿Qué es la fe en Dios? Me la dejaron de tarea en la escuela”.
Con una amplia sonrisa, su tío le respondió: “¿En verdad quieres saber lo que es la fe en Dios?”.
“Si”, respondió Roberto.
Bien, vamos a la playa y te lo enseñaré.
Roberto vivía en las paradisíacas playas de Cancún.
Una vez que llegaron, le entregó el chaleco salvavidas y las aletas.
“Pero yo no se nadar” dijo Roberto.
“Lo se”, le dijo el tío, “póntelos de todas maneras”.
Lo hizo.
“Ahora, comienza a caminar hacia el mar de espaldas. Llegará un momento en el que sentirás que tus pies no tocan tierra. Déjate ir y arrójate de espaldas. No te hundirás, ya que el chaleco te hará flotar”.
Roberto estaba aterrado “No tío, no quiero”.
“¡Hazlo!” Le respondió “Estaré junto a ti para que no temas. Así que tranquilo”.
Roberto confió en su tío. Mientras caminaba de espaldas llegó un momento en el que sintió que no tocaba tierra. Dudó. Pero recordó las palabras de su tío, aparte de que lo tenía cerca.
En un acto de valor, dio el siguiente paso ¡Ya no tocaba tierra! Sin embargo, flotó en el mar gracias al chaleco. Se sintió emocionado ante la experiencia y feliz.
Ambos salieron del mar. Camino a casa, su tío le explico:
“En esto consiste la fe en Dios: el mar representa la vida. Yo represento a Dios y el chaleco representa la fe. Cuando te adentres en el mar de la vida y sientas que la lógica no puede ayudarte a salir a flote de tus problemas, hasta perder el piso, debes creer que el chaleco de la fe te salvará. Dios estará siempre cerca de ti, pero depende de que te atrevas a dar el primer paso de confiar en EL, vistiéndote el chaleco de la fe y arrojándote con el, para que puedas flotar en el mar de la vida con total paz y tranquilidad”.
Roberto quedó maravillado con la explicación de su tío y le dio las gracias. Cabe mencionar que la maestra quedó impresionada con la tarea y sacó la nota más alta de la clase.
Os dejo algunas frases para meditar
La fe es la que nos dirige a través de océanos turbulentos. Mahatma Gandhi
La fe es algo indispensable en el hombre. Desgraciado aquel que no cree en nada. Víctor Hugo
Cuando pones fe, esperanza y amor junto puedes criar niños positivos en un mundo negativo. Zenón de Elea
El fruto del silencio es la oración. El fruto de la oración es la fe. El fruto de la fe es el amor. El fruto del amor es el servicio. El fruto del servicio es la paz.
Aquél que tiene fe no está nunca solo.
No debemos perder la fe en la humanidad que es como el océano: no se ensucia porque algunas de sus gotas estén sucias.