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"Tus ojos miran al cielo. Buscas detrás de las nubes,huellas que se llevó el viento" | | |
(José Hierro)
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El viento no escucha. No escuchan las piedras, pero hay que hablar,comunicar, con las piedras, con el viento. (José Hierro) | | |
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Solo nubes con nubes, siempre nubes más allá de otras nubes semejantes, sin palabras, sin voces, sin decir, sin saber; últimas soledades que no aguardan mañana. (Luís Cernuda) | |
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¡Animo corazón mío! Siempre hay luz detrás de las nubes (Louisa May Alcott) |
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El mejor destino que hay es el de supervisor de nubes, acostado en una hamaca mirando al cielo (Ramón Gómez de la Serna) | | |
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Cuando los fantasmas duermen, las nubes son blancas; vuelan despacio para no despertarlos. Los mecen y los llevan lejos (E. Abreu Gómez) |
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Cuando los fantasmas despiertan, las nubes se vuelven grises y se agazapan en el horizonte (E.Abreu Gómez) |
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Cuando los fantasmas se enfurecen, entoces las nubes se tornan negras, se agrietan y estallan. (E. Abreu Gómez) |
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Si he perdido
la vida, el tiempo, todo
Lo que tiré,
como un anillo, al agua,
Si he perdido
la voz en la maleza,
Me queda la
palabra.
Si he sufrido
la sed, el hambre, todo
Lo que era
mío y resultó ser nada,
Si he segado
las sombras en silencio,
Me queda la
palabra.
Si abrí los
labios para ver el rostro
Puro y
terrible de mi patria,
Si abrí los
labios hasta desgarrármelos,
Me queda la
palabra.
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Por los puentes de Zamora,
Sola y lenta, iba mi alma.
No por el puente de hierro,
El de piedra es el que amaba.
A ratos miraba al cielo,
A ratos miraba al agua.
Por los puentes de Zamora,
Sola y lenta, iba mi alma
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Escribo
En defensa
del reino
Del hombre y
su justicia. Pido
La paz
Y la palabra.
He dicho
"Silencio",
"sombra",
"vacío"
Etcétera.
Digo
"Del
hombre y su justicia",
"Océano
pacífico",
Lo que me
dejan.
Pido
La paz y la
palabra.
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Podrá
faltarme el aire,
el agua,
el pan,
sé que me
faltarán.
El aire, que
no es de nadie.
El agua, que
es del sediento.
El pan... Sé que
me faltarán.
La fe, jamás.
Cuanto menos
aire, más.
Cuanto más
sediento, más
Ni más ni
menos. Más
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“Zamora era
de oro,
Ávila de
plata.
Contra el
azul del cielo
torres se
dibujaban.
Románicos
mosaicos,
ágiles
espadañas.
Zamora de
oro,
Ávila de
plata.”
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Quiero
escribir de día.
De cara al
hombre de la calle,
y qué
terrible si
no se parase.
Quiero
escribir de día.
De cara al
hombre que no sabe
leer,
y ver que no
escribo en balde.
Quiero
escribir de día.
De los álamos
tengo envidia,
de ver cómo
los menea el aire.
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“Crepúsculo y
aurora.
Puentes de
Zamora.
El alba
se enreda
entre los troncos
de los álamos
verdes,
orillados de
oro.
Puentes de
Zamora.
De oro del
poniente
tienes la
frente roja;
la brisa
cabecea,
cecea entre
las hojas.
Crepúsculo y
aurora.
Puentes de
Zamora.”
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Aquí tenéis,
en canto y alma, al hombre
aquel que
amó, vivió, murió por dentro
y un buen día
bajó a la calle: entonces
comprendió: y
rompió todos su versos.
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Así es, así
fue. Salió una noche
echando
espuma por los ojos, ebrio
de amor,
huyendo sin saber adónde:
a donde el
aire no apestase a muerto.
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Tiendas de
paz, brizados pabellones,
eran sus
brazos, como llama al viento;
olas de
sangre contra el pecho, enormes
olas de odio,
ved, por todo el cuerpo.
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¡Aquí!
¡Llegad! ¡Ay! Ángeles atroces
en vuelo
horizontal cruzan el cielo;
horribles
peces de metal recorren
las espaldas
del mar, de puerto a puerto.
Yo doy todos
mis versos por un hombre
en paz. Aquí
tenéis, en carne y hueso,
mi última
voluntad. Bilbao, a once
de abril,
cincuenta y uno.
(Poemas de Blas De Otero)
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